Sobre los cables: Cómo el LiDAR de gran altitud del ROCK Ultra hace seguras las encuestas peligrosas

Aug 26, 2025

Realizar levantamientos en terrenos complejos ya es bastante desafiante. Cuando ese terreno es un cañón empinado atravesado por líneas eléctricas de alta tensión, el desafío se convierte en un problema de alto riesgo. Muchos sistemas LiDAR para drones necesitan volar a baja altura para capturar datos precisos; una misión como esta no solo es difícil, sino peligrosa. Un solo error en la planificación del vuelo podría provocar una colisión catastrófica.

Este conjunto de datos de 178 acres de un cañón en el Área de la Bahía de California ilustra perfectamente este riesgo. Aún más importante, demuestra cómo el sistema LiDAR ROCK Ultra, con su capacidad de volar más alto y de forma más inteligente, transforma una misión peligrosa en una operación segura, simple y eficiente.

El desafío: Un cañón plagado de peligros

El proyecto requería un levantamiento detallado de un cañón de 178 acres caracterizado por fuertes cambios de elevación y vegetación densa. Atraviesan el valle varias líneas eléctricas de alta tensión: un obstáculo crítico que podría acabar con la misión.

Muchos sistemas LiDAR requieren una altitud de vuelo de alrededor de 50–70 metros AGL para lograr la densidad de puntos necesaria para un producto de nivel topográfico. En este cañón, un plan de vuelo a baja altura con seguimiento de terreno habría puesto al dron en rumbo de colisión directa con esas líneas.

El escenario “¿Qué pasaría si…?”: Simulando un vuelo a baja altura

Para ilustrar el peligro, utilizamos los datos reales del vuelo de la misión exitosa del ROCK Ultra. El Ultra voló de manera segura y eficiente a 120 metros AGL. Al bajar digitalmente esta trayectoria real apenas 70 metros, podemos simular con precisión la trayectoria que un sistema de menor alcance se vería obligado a seguir.

El resultado es contundente: la trayectoria simulada a 50 metros AGL intersecta directamente con las líneas eléctricas.

Si hubiéramos volado un sistema que exigiera menor altitud, nos habríamos estrellado. Así de simple. Unas decenas de metros de altitud marcaron la diferencia entre un proyecto exitoso y la pérdida total del equipo.

Esta simulación demuestra que, para ciertos proyectos, la capacidad de volar alto no es un lujo, es una necesidad.

El peligro oculto: Limitaciones del seguimiento de terreno integrado

Cuando un piloto activa el seguimiento de terreno en la aplicación DJI Pilot, el dron no “ve” el mundo en tiempo real. En su lugar, se basa en un Modelo Digital de Elevación (DEM) precargado para calcular su trayectoria de vuelo. Sin embargo, este DEM estándar tiene dos limitaciones críticas, especialmente en entornos como este cañón:

  1. Solo mapea el terreno. Los datos de elevación no incluyen estructuras verticales construidas por el hombre. Las líneas eléctricas, las torres de transmisión y otros obstáculos son invisibles para el planificador de vuelo. El dron trazará una ruta directamente a través de ellos, sin saber que existen.
  2. La resolución puede ser demasiado baja. En terrenos de cambios rápidos como las laderas empinadas del cañón, la resolución del DEM puede no ser lo suficientemente fina para capturar la forma real del terreno. Esto puede hacer que el dron calcule mal su altitud y vuele peligrosamente cerca de la superficie.

Confiar en estos datos incompletos para un vuelo a baja altura es una gran apuesta. El dron vuela a ciegas respecto a los peligros más significativos de la zona, lo que hace que una colisión con las líneas no solo sea un riesgo, sino casi una certeza.

La solución: El “botón fácil” del ROCK Ultra para la seguridad

El ROCK Ultra está diseñado para eliminar estos riesgos. Su láser de 1550 nm de largo alcance y su IMU de grado táctico están diseñados para capturar datos densos y de calidad topográfica desde gran altitud, creando un “botón fácil” para la planificación de misiones en entornos complejos.

  1. Seguridad ante todo: Al volar a 120 m AGL, el Ultra se mantuvo bien por encima de las líneas eléctricas y de cualquier otro obstáculo del terreno. Esto elimina el mayor factor de riesgo de la misión.
  2. Planificación simplificada: En lugar de crear una ruta compleja y pegada al terreno que esquive meticulosamente cada cable y torre, la misión se convierte en un patrón de cuadrícula simple y eficiente volado muy por encima de la zona de peligro. Esto ahorra tiempo de planificación y reduce el estrés del piloto.
  3. Datos sin compromiso: A pesar de la gran altitud, el ROCK Ultra, con su campo de visión enfocado de 90° y su potente láser, entregó una nube de puntos densa y precisa, penetrando fácilmente la vegetación del cañón para mapear el terreno debajo.

Detalles de la misión y del conjunto de datos


  • Plataforma: Levantamiento aéreo con ROCK Ultra en un DJI M350
  • Altitud de vuelo: ~120 m sobre el nivel del terreno (AGL) con seguimiento de terreno
  • Velocidad de vuelo: ~10 m/s
  • Área escaneada: 178 acres

  • Sistema de coordenadas (horizontal): WGS 84 / UTM zona 10N (EPSG: 32610)
  • Referencia vertical: Alturas elipsoidales

Un nuevo estándar para encuestas peligrosas

Esta encuesta de cañón es un poderoso ejemplo real de por qué las especificaciones de hardware importan. La capacidad del ROCK Ultra para volar más alto no solo se trata de cubrir más terreno; se trata de hacer posibles misiones que antes eran peligrosas o imposibles. Proporciona un margen de seguridad crítico que protege el equipo, reduce la responsabilidad y permite a los topógrafos abordar proyectos complejos con confianza.

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